Hoy titulo este artículo con el eslogan que el buen amigo Juan Mella lució en su carenado, como agradecimiento a la gente que le apoyó durante su truncada carrera deportiva.
Es un buen calificativo para toda esta gente que estuvo presente en la recién terminada edición de la concentración PINGÜINOS 2012.
Vemos que ni la crisis, ni el frío, ni el precio desorbitado de la gasolina, ni las injustas normas de tráfico pudieron evitar que este evento batiera su record de participación: casi veintisiete mil asistentes!
Yo no soy muy amigo de las concentraciones: prefiero disfrutar de la moto y de su conducción "a petit comite", pero me alegran estos datos de asistencia, porque demuestran que España sigue siendo un país motero y que, pese a la bajada en las ventas de motos nuevas en los últimos años, el parque existente sigue circulando con la misma intensidad o más.
Esto repercute en el mantenimiento de la depauperada industria nacional de la motocicleta, que se va manteniendo por la venta de recambio, por las reparaciones y por las ventas de utilitarios scooter de 125 cc.
Esperemos que la venta de motos "gordas" se reactive y que dentro de unos años, estas concentraciones no se conviertan en reuniones de motos "clásicas", por la falta de renovación del parque de motocicletas.
Enhorabuena a la organización y un fuerte abrazo a todos.
Andrés Bourio
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